Colorista, místico, misterioso y exótico. Palabras que definen perfectamente el continente asiático.
Un continente en el que tienen cobijo desde los históricos templos de la antigua Camboya, a las mil pagodas de Myanmar o las cumbres nevadas de los Himalayas. Desde las densas selvas de Borneo a las desiertas playas de arenas blancas y aguas cristalinas en Thailandia o Sri Lanka. La bella bahía de Ha Long en Vietnam, declarada Patrimonio de la UNESCO y el Nido del Tigre en Bhután.
La India despierta todos nuestros sentidos. Vivos colores e intensos olores en bulliciosos mercados. Paz y sosiego frente a ritmos incesantes. Nepal ofrece el contrapunto, con su naturaleza en estado puro y el misterio de la mítica Katmandú.
En Asia Central descubriremos el arte sublime en Uzbekistán, una perla en la ruta de la seda, o las imponentes cumbres de la cordillera de Tian Shan en Kirguistán
El vasto Territorio Chino, abriéndose poco a poco al mundo, aún intentando preservar la gran diversidad étnica y paisajística que lo conforman. Yunnan, provincia al suroeste del país, lindando entre otros con Laos y Myanmar, nos cautiva con sus terrazas de arroz y mantiene su lado más tradicional. Mongolia, la gran llanura infinita. Sus estepas, el extenso desierto del Gobi, sus festivales, como el de las águilas, y la estancia en confortables gers.
La enigmática Corea del Norte. El archipiélago de Japón donde recorrer la ruta de Kumano o sentarse a disfrutar de la ceremonia del te.
Vasto, desierto, cosmopolita y aborigen. Términos aplicables al continente más remoto, situado en nuestras antípodas. Muestras de arte aborigen, paisajes infinitos de gran belleza y la fauna más diversa en su hábitat natural. Todo esto se encuentra en Australia. Contrastes que también es posible encontrar en Nueva Zelanda: Cultura maorí, escondidas cuevas, bosques frondosos, tierras humeantes y géisers, fiordos o glaciares,… Todo ello en un mismo país.
¡Mil y un rincones por descubrir!