Esta semana se ha celebrado el Songkran, el año nuevo en Tailandia. Aunque la fecha exacta es el 13 de abril, las celebraciones se prolongan a lo largo del 14 y 15 del mismo mes. El término «Songkran» deriva del sánscrito «saṃkrānti», que literalmente se traduciría como «paso astrológico», y lo que significa o podríamos denominar como transformación o cambio.
Del 13 al 15 de abril, Tailandia se viste de fiesta de Norte a Sur. Es un momento para mostrar gratitud y respeto a los ancianos. También es un momento de reunión y renovación de los vínculos familiares. Ceremonias, espectáculos culturales, y rituales de purificación son los protagonistas durante estos días. El agua, el símbolo que protagoniza las celebraciones, encarna la limpieza y la renovación energética. Rituales ancestrales nos muestran la esencia del arte de vivir thailandés. Los templos son minuciosamente decorados, las estatuas de Buda son esmeradamente ungidas con agua lustral perfumada, y las ofrendas a los monjes son habituales. Todo como muestra del respeto.
Las actividades que se llevan a cabo varían un poco en cada provincia o ciudad, pero en muchas podemos ver los Budas en procesión, además de toda una serie de espectáculos tradicionales y danzas y sobre todo las conocidas batallas de agua que se celebran en las calles. Y en Ayutthaya además de purificar las estatuas de Buda y del rey Naresuan, en la celebración del agua participan los elefantes, que a su vez son adornados para la ocasión. Desfiles florales, concursos de belleza y carros de bueyes decorados son otras de las manifestaciones que podremos ver en las calles durante la celebración del Songkran.
Esta tradición de purificación y renovación, mantiene su esencia, pero también ha evolucionado convirtiéndose en una bella manifestación festiva.