
Beirut, capital y principal puerto del país, fue nombrada por los fenicios como ciudad de las fuentes y posteriormente se la llegó a conocer como el París de Oriente. Byblos, es la ciudad ininterrumpidamente habitada más antigua del mundo. Su viejo puerto y su castillo armonizan con modernas fachadas de vidrio. Bcherri, ciudad natal del conocido escritor Khalil Gibran, se encuentra en el valle de Qadisha, lugar privilegiado repleto de los famosos cedros libaneses.
Baalbeck, la “ciudad de los dioses”, en el Valle del Bekaa, fue un vital centro de comercio y un importante lugar de culto, lo que demuestran las dimensiones del conjunto de templos.
Anjar, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1984, a los pies del Antilíbano, es uno de los conjuntos arqueológicos que mejor muestra la importancia de la dinastía omeya en la zona.