México

México es un país de una gran diversidad, un lugar donde la ficción se vuelve pura realidad y la realidad pura ficción. El halo de misterio que rodea el pasado del antiguo México sigue motivando al viajero. Conforman una herencia milenaria que aún perdura: sus altas pirámides, los hermosos templos construidos para adorar a sus dioses y las leyendas mayas y aztecas.

Lo variopinto de esta tierra se complementa con una  variedad de paisajes: desiertos y cordilleras, azules mares, cautivadoras islas, ciudades coloniales, volcanes, ríos, selvas y playas. Todo ello da lugar a un espacio donde los climas son tan diversos como el propio país.

En este mágico territorio perduran una cincuentena de pueblos indígenas, que conservan su propia lengua y algunos vestigios de su forma de vida tradicional. En el estado de Chiapas, en el sureste del país, se encuentran los atractivos turísticos del Cañón del Sumidero, los coloniales pueblos de San Cristóbal de las Casas, San Juan Chamula y Zinacantán, las bellas Cascadas de Agua Azul o Misol Ha y los vestigios arqueológicos de Palenque, Bonampak o Yaxchilán. Este estado también cobija a una gran variedad de etnias.

En la región central de México, en la que se extiende el gran eje volcánico transversal, se encuentra la capital México D.F., las famosas ruinas de Teotihuacán, pueblos coloniales como Puebla u Oaxaca, Cholula o San Francisco Acatepec, la zona arqueológica de Mitla y Teotitlán del Valle. En el estado de Guanajuato encontramos San Miguel de Allende y Dolores Hidalgo conocida también como la “cuna de la Independencia”.

En el extremo occidental se encuentra la península de Baja California, y en la Sierra Madre Occidental, ciudades como los Mochis, punto de entrada a la Barranca del Cobre. En el extremo oriental se encuentra la pensínsula del Yucatán, con restos arqueológicos tan importantes como Chichen Itza, ciudades como Campeche o Mérida y playas de arenas blancas como las de Cancún, o Playa del Carmen.