Guerewol, la fiesta de la seducción. Una de las tradiciones tribales más sorprendentes al tiempo que desconocidas es la que celebran los Woodabé en Níger. Pertenecen a la etnia de los Peul, que podemos encontrar sobre todo en África Occidental. En esta fiesta son las mujeres quienes eligen entre los varones más apuestos.
Los Wodaabé de Níger, también llamados «Bororo» se distinguen de sus vecinos por su porte altivo, la finura en sus rasgos, su alta estatura y además por ciertas actitudes y costumbres que ensalzan sus diferencias con otros Peul. Una de sus peculiaridades es que profesan un culto exacerbado a la belleza corporal masculina.
La vida de los Woodabé gira en torno al ganado. Son pastores nómadas. Al término de la estación de lluvias, los jefes de las fracciones tribales Wodaabé convocan a los parientes diseminados por distintos lugares de la región para la reunión anual llamada “Worso”. En esta reunión además de celebrarse las bodas y los nacimientos, se festeja la entrada en la edad adulta de los jóvenes. El encuentro dura unas dos semanas, durante las que se refuerzan los lazos entre los diferentes clanes y se reafirma la identidad. Los ancianos imparten justicia, arreglan las diferencias y los jóvenes bailan y cortejan a las chicas.
A la puesta de sol, los clanes se agrupan en filas por linajes. Los jóvenes, comienzan a vestir sus mejores galas, se maquillan el rostro y se alisan el pelo, además de adornarlo con diferentes sombreros o plumas entre ellas las de avestruz. Una vez listos, comienza una especie de concurso de canto, baile y elegancia que culminan en el Guerewol. El baile comienza con un lento balanceo acompañado de vigorosas palmas y un canto dirigido por un maestro de ceremonias.
Para el Guerewol propiamente dicho el vestuario de los danzarines cambia. Despojan su torso de cualquier vestimenta y usan una falda blanca. Las danzas se vuelven más «guerreras«, iniciandose con un ritmo lento y un balanceo de lanzas. Una peculiaridad es que muestran sus dientes blancos que resaltan en una boca de labios maquillados y esbozan una amplia sonrisa además de abrir mucho los ojos. El Guerewol es uno de los ejemplos en el que se mantiene el tipo de danza y coral, repetitiva e hipnótica. Cada gesto tiene su significadoy el objetivo primordial es ensalzar la belleza del bailarín. Una vez la danza llega a su punto álgido, las mujeres son introducidas en el círculo por el jefe de ceremonias. Ellas lentamente empiezan a decidir qué varón será el elegido, al menos para esta noche, si no para toda la vida.
En definitiva, el Guerewol puede interpretarse como un verdadero concurso de belleza masculina, donde los jóvenes despliegan sus dotes físicas y el “jurado” femenino elige y prueba a los varones. La “prueba” se convierte en una verdadera “cata” amorosa, pues cada chica se lleva a su elegido de paseo tras las dunas, para que a la solitaria luz de las estrellas, les demuestre si realmente es un hombre en todos los sentidos. Entre los Wodaabé, lo más probable es que la pareja de esa noche lo sea para toda la vida. El Guérewol se celebra sólo una vez al año, una verdadera fiesta de la seducción.