Georgia

Georgia, o Sakartvelo, como es llamada por los propios georgianos, configura la frontera geográfica natural entre Europa y Asia. A pesar de su área de escaso tamaño, Georgia ostenta una de las topografías más variadas de las antiguas repúblicas soviéticas. Debido a su altura y la escasa infraestructura, muchos pueblos de montaña quedan aislados del mundo exterior durante los duros inviernos, lo que por otra parte le confiere un encanto especial en verano.

En cuanto al clima, encontramos climas diversos. La cordillera del Cáucaso lo modera debido a que protegen el territorio de influencias de aires gélidos del norte o cálidos del sur. 

En Georgia se encuentra la cordillera más alta de Europa con picos que alcanzan más de 5000m entre los que se encuentran el monte Kazbegui (5047m) al que según una leyenda griega, fue encadenado Prometeo. En las faldas de otro de los picos, el monte Shjara (5068m), se encuentra Ushguli, pequeño pueblo de unos 250 habitantes, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Georgia alberga en su reducido territorio varios lugares declarados Patrimonio como son la Catedral de Bagrati, en Kutaisi, la segunda más grande del país, los monasterios de Javri, Gelati o Samtavro, la ciudad museo de Miskheta, una de las más antiguas del país y sede de la iglesia ortodoxa y apostólica georgiana, o la región de Svanetia, declarada por su excepcional paisaje, sus tesoros arquitectónicos y las famosas torres de Svanetia.

Tbilisi, capital del país, es una ciudad viva, en constante cambio y transformación, que alberga un bellísimo casco antiguo: calles estrechas empedradas, casas con tradicionales balcones en madera tallada, etc. Los principales lugares de interés de la ciudad son la iglesia de Meteji, la Fortaleza Narikala, la Catedral Sioni y la Iglesia Anchisjati. Por su ubicación, Georgia también ha sido territorio de paso de las rutas caravaneras como las de la ruta de la seda. Uno de los ejemplos existentes aún hoy son las cuevas de Uplistsije.