Varios son los motivos por los que emprender un viaje. Varias las razones por los que adentrarse en otras culturas, regiones o hábitos. Y la comida es uno de estos alicientes en un viaje. La gastronomía de un país es muy importante, y en este caso, este año hemos querido organizar nuestro primer viaje gastronómico en Eslovenia.
Los sabores de Eslovenia son los sabores de la naturaleza local: de la verdura de huertos comunes diseminados por todo el país, de los cereales de campos locales, de la comida salvaje proveniente de la naturaleza verde, de la fruta de los huertos frutales y de los bosques de uno de los países con más bosques de Europa; son los sabores de los platos de carne elaborados de forma tradicional y de las delicias lácteas que provienen de los pastos verdes y también de la miel que producen las abejas eslovenas conocidas en todo el mundo. La gastronomía eslovena es rica en platos y recetas con identidad propia. Cada región tiene sus peculiaridades y especalidades y pecularidades.
La región Alpina.
Esta región destaca por el ganado vacuno pastando en sus verdes praderas y montañas de lo que derivan sus productos lácteos. La leche es la base de unos quesos muy originales, como por ejemplo trniči de Velika Planina y el picante mohant de Bohinj que cuenta con la indicación geográfica protegida. También encontramos en la zona la abeja carniola, una especie de abeja autóctona conocida en todo mundo. La miel que produce es la base para satisfacer a los paladares más exigentes con la elaboración de los panes de miel y el postre estrella de Bled, la blejska kremšnita (pastel de crema y hojaldre). Otra de las esecialidades alpinas es la salchicha kranjska klobasa que se sigue elaborando hoy en día con una receta original que data de 1896.
Las regiones kársticas
En las regiones que cuentan con fenómenos kársticos y el viento bora, cabe destacar especialmente la forma de secar sus products cárnicos y de charcutería según unas tradiciones centenarias. No deje de probar el kraški pršut (jamón del Carso), o zašinek (producto cárnico seco). En la zona aparte de contar con una gran variedad de legumbres, hortalizas y frutas, destacan algunos excelentes vinos autóctonos.
El mar Adrático aporta a esta variedad gastronómica, el pescado, los calamares y los mejillones, salados con la sal extraída en la zona de Piran. Además comparten mesa con otros manjares mediterráneos. La capital, Ljubljana, está marcada tanto por un mosaico cosmopolita de diferentes enfoques culinarios como por platos típicos originales.
Y no podemos olvidar que comparten protagonismo culinario los deliciosos vinos que encontramos en alguna de las tres regiones vitivinícolas del país. Debido a las diferencias del suelo, del clima y de la elaboración misma del vino, cada región vitivinícola posee sus propias cepas. Blanco o tinto, rico en aroma, fuerte, con mucho cuerpo o ligero, seco o dulce; sea cual sea, seguro que encontrará stu vino favorito, favoreciendo el disfrute del paladar.
Vino y Gastronomía, Taste Eslovenia, saborea Eslovenia!