Encrucijada y lugar de paso, Panamá es
tierra de contrastes. Indígenas, europeos, criollos, mestizos, gente proveniente de todas partes del mundo, conforman un extraordinario
crisol de
razas y
costumbres. La historia y las
tradiciones conviven con lo
actual. En los pueblos y comunidades del
interior de Panamá se encuentra el país de las tradiciones folclóricas y costumbres propias de la vida en contacto con la tierra. Especialmente en las áreas de las
provincias centrales se pueden admirar las manifestaciones del folklore proveniente de la singular amalgama cultural que se produjo entre europeos, africanos e indígenas que dejó como legado variadas
expresiones culturales en las artesanías o en los estilos musicales y danzas tradicionales.
Chiriquí, en el extremo occidental de Panamá, es la provincia de mayor producción agropecuaria del país. Sus paisajes de gran belleza y los elevados picos de su cadena montañosa le han ganado el nombre de
Valle de la Luna. En los alrededores del
Volcán Barú se ha desarrollado el cultivo del
café de altura.
Colón, provincia en el lado norte del
Canal de Panamá es la tierra de los congos, descendientes de esclavos africanos que han conservado el legado de sus ancestros. En los poblados de
Portobelo y
San Lorenzo, las murallas silenciosas de las fortalezas españolas preservan la memoria de los ataques de famosos piratas o corsarios como
Francis Drake, cuyos restos descansan bajo las aguas de la Bahía de Portobelo.
La
selva del Darien es la jungla tropical en la que se internaban los que huían durante la colonia ya que allí encontraban refugio y comida. Establecieron los
palenques y su nueva vida la llenaron con trepidantes ritmos y versos insinuantes que se convirtieron en el
bunde y el
bullarengue, la música que aún alegra las fiestas de los pueblos darienitas.
La
ciudad de Panamá está ubicada en la vertiente del Océano Pacífico, pero su alma pertenece al Caribe.
Alegre y bulliciosa, pujante y moderna, ofrece al viajero una variedad de opciones que van desde las compras en modernos centros comerciales hasta la visita a conjuntos arqueológicos coloniales. Enérgica durante el día e intensa en las noches.
La privilegiada posición geográfica del país determinó la construcción del
Canal de Panamá, una obra monumental que ha funcionado de manera ininterrumpida desde 1914, abriendo un camino de agua entre el
Mar Caribe y el
Océano Pacífico. Millones de personas de todo del mundo desean ver esta prodigiosa obra de ingeniería, convirtiéndola en el punto más visitado del país.